FRIDAY NIGHT

Salgo del trabajo y llego tarde a casa pero lo prometido es deuda, y sumale a eso que por dentro tengo muchos ganas de salir, pero debo decir que mi cuerpo ya no me seguía, estaba agotada de una semana con tantos nuevos acontecimientos en mi trabajo y un nuevo esfuerzo físico que había abandonado hacia 3 años, en total ahora cada día ando mas de 1 hora cuesta arriba y cuesta a bajo.

A las diez de la noche ya estoy en su casa recogiéndolo en el coche, me duelen las piernas, nos reímos de nuestras chorradas, nos ponemos al día y me guía hasta la zona de Barcelona donde cenaremos, yo no tengo ni idea de donde me lleva, pero no me preocupa porque suele acertar o yo soy muy facil de complacer, ¿ que sera ?

Me tiemblan las piernas de puro agotamiento, suerte que acabamos aparcando después de varios rodeos, son casi las once y no se donde nos van a dar de cenar, además con las prisas entre los dos solo sumamos 35 euros, además resulta que en el restaurante Atlas no admiten tarjeta de crédito, que les habrá pasado a estos como para no aceptar esa forma de pago, en fin, ver para creer.

De momento no hay mesa y nos apalancamos en la barra con una birra y una coca cola, nos informamos sobre donde esta el cajero mas cercano pero queda demasiado lejos, pasamos de todo y rezamos para no pedir mas de lo que podemos pagar.

Ya tenemos mesa y pedimos una ensaladita para compartir y cada uno su bocadillo enrollado o en pan de molde, son especialistas en hacerlos gigantes y con todos los aderezos posibles. Charlamos, me encanta charlar con el, es tan fácil y nos reímos mucho. El ambiente se va cargando, tenemos al lado una mesa con una pareja que tiene una simbiosis tal que parecen hermanos, nuestras mentes enfermas empiezan a especular. Al otro lado tenemos cuarentonas desbocadas que pegan un chillidos de miedo, y mas al fondo 1 personaje repeinado con un hachazo en medio la cabeza, tipo libro abierto…si, si…esa estampa horrible que os estáis imaginando, en fin, que como no nos gusta reírnos del prójimo, pues andamos bastante divertidos con el tema.

A mi ya me duele la cabeza de una forma intensa pero intento seguir la conversación y el cachondeo, pero realmente estoy agotadísima, pero hemos esperado tanto este momento que no lo voy a echar a perder.

Llega el café, no queremos postre, me agota pensar que tengo que pedir postre y comermelo, además tenemos que pensar en nuestro poco capital, pedimos 1 chupito de grappa para el caballero, pagamos y salimos del local, bastante curioso por su decoración y su carta.

Nos vamos hacia un bareto solo por darle el gusto a mi amigo y asi ve una de sus camareras favoritas (se lo dice a todas), a mi me enchufa un chapapote y no se lo tiro de milagro, Dios que empalagoso, dulce y acido, a mi no me quites mi dosis de ron bien rico, toma nota. El local no esta mal, hay mucho yogurin y el DJ pierde el norte y nos pone una sesión de música basada en las series de televisión, eso ya es demasiado para mis neuronas, lo cojo de la camisa y lo arrastro a la calle y celebro el airecito que pasa.

Estoy tan zombie que dejo que me lleve el mini bolso, intenta picarme con tonterías pero no puedo mas, ya ni coordino, llevo una taja pero de cansancio.

Llegamos a la Diagonal y me lía un poco mas, antes sacamos pasta del cajero y nos plantamos en el Quilombo, un clásico, como en casa, Pepe ya ha cantado, ahora esta Duende pero su popurrí desgastado ya esta llegando a su fin, con una cerveza y un mojito acabamos la noche rodeados de un tipo con un parecido razonable a Moncho Borrajo haciendo el gili y perdiendo aceite mientras de marca unos dancings, dos tías desatadas, y unos cuantos lolailos de pura cepa, que solo pedian al artista que se arrancara por el bicho o el barrio, en fin, sin comentarios.

Tocaban ya las 3, mientras bajábamos por las calles hacia el coche, todavía me quería engañar y llevarme a la Fira, este tío es insaciable, le amenazo con dejarlo sin dinero e irme con mi coche y pongo mi cara de pena que de momento aun funciona, así que después de pasar por entre un gentío mayoritariamente gay, y especificando, lesbico, llegamos al coche no sin antes parar en un banco, Dios no puedo con mi alma y necesito sentarme, pero otra vez la noche ha sido genial, sin muchas pretensiones de noche loca pero ha valido la pena, así que regresamos cada uno a nuestra casa felices, pensando ya en la próxima.

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