MALETA REPLETA

A veces que un proyecto, una idea, o trabajo de cualquier disciplina se presente abalado por un nombre conocido, relevante, y aclamado en su género pues le da prestigio, y uno se anima y casi obliga a ir a ver el último invento del momento. Y como es en este caso, en la Casa Vinçon exponían una instalación luminosa diseñada por Jean Nouvel, y para allá que me fui. Pues bien, resulta que con ese extraño objeto colgado del techo me tenia que emocionar, sentirme libre y no se que cosas mas. Y lo único que pensé fue en que los de seguridad en el trabajo y el tío de la ISO no aprobarían para nada todos esos cables colgando, y esas luces desnudas para un puesto cómodo para el trabajador. Lo siento pero esta vez aunque me hayan disfrazado el producto de arte, no me han convencido.

Hacia mas de 6 años que no se pasaba por España, y el rey del piano ingles, apareció de nuevo al mas puro estilo cabaret sentado junto a su piano rojo colocado encima de una estrella reluciente de cinco puntas. Empezó entonando baladas de amor y rosas gigantescas cubrían el escenario. El amor dejo paso a la cruda realidad, a sus canciones más hippies, y a los neones más roqueros. Me esperaba algo soso y aburrido, pero Sir Elton John se monto una big party al mas puro estilo de La Vegas. Echo mano de sus grandes éxitos, de unos frondosos y explícitos hinchables, invito a algún sector del publico a subir al escenario, mientras la insinuante Pamela Anderson se contoneaba multiplicada por 4 en el video, y así fue dando paso al final de la bacanal. No sin antes demostrar que igual que podía hacer vibrar a un Sant Jordi repleto de cuarentones y cincuentones, también nos podía tener en el mas absoluto silencio, atrapando toda nuestra atención sin que se oyera revolotear una mosca con sus solo