LUGANO

Del 02 al 04 junio de 2007

Salgo de casa a las 4.30, la luna casi llena me acompaña, no hay nadie en la carretera, Vueling me regala una facturación rápida, saco dinero y voy al baño, que difícil es viajar sola con la maleta, me hago un poco de lío pero consigo salir victoriosa. El control policial es lo que mas nerviosa me pone, y no por el hecho de esperar sino por los impacientes, por los despistados que no se dan cuenta que les pitara el cinturón hasta que les pita en la maquina, ¡Santa Paciencia !

Me da tiempo, me tomo una napolitana de chocolate y escojo una silla de la cafetería que debe estar sobre unas maquinas muy potentes situadas en el piso inferior, y me llevo un masaje gratis.

Realizamos el embarque sin incidencias hasta que veo que tengo como compañero de viaje un señor italiano XXL, por suerte el avión va casi vacío y dejo que se desparrame en nuestra fila y yo me acomodo en la de delante, solita.

De Milán salen autobuses hacia Lugano, el billete son 40.00 eur entre ida y vuelta en un mini bus, en este caso solo vamos 3 personas y conduce un loco portugués que ha tenido mas trabajos que mi muñeca barbie, me cuenta su vida, tiene una movida con su jefe y no suelta el teléfono mientras conduce. La señora de mi lado ya se estaba santiguando cuando gracias a Dios llegamos a Lugano.

Esta visita es para estar unos días con mis amigos Ana & Mark, y a su bebe David, que esta para comérselo. Ana me espera en la estación de buses y me lleva a su ático en Villa Paradiso.

Mi anfitriona me tenia preparada una ruta turística non stop, madre mía, lo que llegamos a hacer en esos días, subimos al Monte San Salvatore en funicular que sale cada 30 minutos, la montaña tiene 912 metros y ofrece una perspectiva única sobre Lugano, su lago, la planuria de la Lombardia y los Alpes suizos. Hay caminos para subir y bajar por la montaña junto con una vía ferrata, pero no era el momento. Dentro de la iglesia, hay un museo religioso y la planta de arriba con fósiles y minerales de la zona.

Otro día con la familia al completo, incluido Luca, su perro, hicimos el Grande Giro del Lago en un barco bastante grande, dimos un paseo, con explicaciones en varios idiomas, tomamos algo, estuvimos dentro y fuera, la verdad es que es un paseo muy bonito y entretenido. La ruta es: Lugano / Paradiso / Castagnola / Villa Favorita Gandria / Frontiera italo-svizzera / Museo doganale svizzero / Caprino / Campione d’Italia / Ponte-Diga / Bissone / Swissminiatur / Carona / Melide /Funivia Brusino-Serpiano / Morcote / Stretto di Lavena / Ponte Tresa / Agno / Caslano / Monte San Giorgio / Monte Generoso / Capolado.

Por las noches terminábamos agotadas de ir y venir por el centro, así que el Casino Lugano y el de Campione, deberán esperar nuestra visita en próximas ocasiones. Y optamos por quedarnos en casa y hacer entre copa de vino y copa de vino…un gran postre italiano, el tiramisu, que mas mal que bien Mark elogio.

Otro día nos quedamos con ganas de mas lago y Ana y yo alquilamos una barca y nos fuimos a recorrer el lago, que risa, nos hicimos un book fotográfico con poses estudiadas hasta que nos entro el mareo de mujeres de tierra firme, no voy a contar lo patético de nuestro atraco en el muelle, fue tan lamentable que pensaba que los de la ribera nos iban a tirar monedas después del show, pero se debe decir que nadie nos pregunto si sabíamos manejar la barca cuando zarpamos.

En Lugano, aunque ciudad suiza de dimensiones pequeñitas, hay muchas mas cosas que hacer, por ejemplo el clásico tour por la ciudad, subir al Monte Bre, al Carona, visitar el Parque Botánico, acercarse hasta Milán, pasear por el Valle de Verzasca, hacer diferentes salidas por el lago, y hay rutas gastronomicas para tomar los vinos de la zona.

Pero lo mejor, de lo mejor fue disfrutar de las monerías y ricuras de David, lo achuche tanto y le hice tantas carantoñas…como disfrute jejejeje

Y así pase unos días maravillosos gracias a la hospitalidad de una familia maravillosa.