PRAGA

DEL 04 AL 07 MARZO 2005

Este viaje lo realice con compañeros de trabajo, son salidas conocidas como “fam trip”, traducido seria un viaje de familiarización, y consiste en que la mayorista te invita a conoce sus servicios para que los vendas mejor, casi siempre estos viajes te tocan según el grado de quemado que estés en la empresa, y yo para entonces me faltaba un mes para hacer un año que estaba sola en una unidad sin casi contacto con mis compañeros, y supongo que alguien me señalo con el dedo, y me hizo un favor, porque en este viaje conocí a mi “frind”, Marta de la Croix. También recuerdo que iban en el grupo Alicia y Carles del Departamento de Vacacional, Ana de Mensajeria, Samantha la “assistant” del jefe, que venia un poco a poner orden, Javier de una unidad situada en Castellbisbal, Mónica del departamento de “Accounts”, Marta de Ventas y Lourdes de Reembolsos.

Cuando me dicen Praga solo me viene a la cabeza y nunca mejor dicho un dolor intenso de cerebro, y es que son las secuelas que me quedaron de los catorce grados bajo cero en los que vivimos aquellos días, incluso los nativos decían que era algo insólito y nunca visto en muchos años. Salvando este contratiempo, y dando por sentado que íbamos con una agenda bastante apretada porque vimos más de 8 hoteles a fondo, en plan profesional, destacaría Praga como una ciudad muy romántica, sobretodo su estampa nevada, me emociono y me enamoro.

Recuerdo el Castillo imponente y nevado, custodiado por los soldados en sus garitas, dentro se puede pasear por sus patios y fotografiar el Palacio Real, residencia de Reyes y Presidentes, es el centro del poder político de la Republica Checa. También recuerdo con cariño la Catedral de San Vito, con un estilo gótico majestuoso del siglo X donde destaca su roseton, y la Capilla de San Wenceslao. En una de las puertas del recinto encontramos la puerta de “La batalla de los Titanes”, espectacular, y mas espectacular es la impresionante panorámica de todo el Barrio pequeño o Mala Strana que se divisa des del promontorio donde esta el Castillo.

También es muy recomendable pasear por varios de los puentes que unen las dos orillas del Río Vltava, y sobretodo el Puente mas famoso, el de Carlos IV, que encuentro de nuevo muy, muy romántico, y donde se colocan los típicos pintores callejeros.

Otra visita ineludible es la Plaza de la Ciudad Vieja, y la Iglesia de Tyn con su techo con sombreros de punta, mas similar a un castillo de cuentos de hadas, y para irreal, el Reloj Astronómico situado en la misma plaza, construido en 1492.

Y como excursión por los alrededores la mas famosa y recomendable, es la excursión a la población balneario de “Karlovy Vary”, que traducido seria “El Hervidero de Carlos” situada a 140 Km. y famosa por sus fuentes en instalaciones cerradas, en total son 12 manantiales con profundidades de 2000 a 2500 metros, y a una temperatura de entre 41 grados y 72 grados, que por su alto contenido en hierro acaba por destruir las cañerías de una forma periódica en todas las casas. También es una población famosa por la venta de joyas realizadas con una piedra semipreciosa llamada granadina, que como su nombre indica es de un color rojo oscuro muy bonito, no creo que podáis evitar compraros o regalar a vuestra pareja un colgante en forma de corazón.

Los servicios turísticos, y en concreto los hoteles dejan mucho que desear, porque todavía no están preparados para el turismo de masas, pero poco a poco se van poniendo al día. Los hoteles céntricos podemos decir que son pequeños y sencillos, sin muchas pretensiones, fuera ya del centro encontramos hoteles de construcción un poco mas reciente, mas grandes y de cadenas mas conocidas, pero si están bien comunicados con el metro no debéis tener problemas de movilidad, sobretodo, validad el billete de metro que por sus túneles los policías todavía son militares y van con su metralleta en el hombro, pero por todo lo demás es una ciudad muy segura y tranquila, excepto por los grupos de estudiantes desbocados de fin de curso, pero nada alarmante. Nosotros nos alojamos en el Hotel Barceló, con instalaciones muy grandes, un ascensor que te llevaba donde quería, y situado al lado de un cementerio, ¿! donde encontrareis un barrio mas tranquilo que este ?!.

Si vais en temporada de mucho frío os recomiendo probar el vino caliente con clavo y algún ingrediente mas que no nos quisieron revelar, esta buenísimo, y se te acomoda al cuerpo helado de maravilla, después estas ya listo para pasear por Praga sin bufanda. ¡ Tampoco olvidéis su cerveza !