COMIENDO CON MIEDO

La otra noche cene con mis amigas, Amparo y Elena, en un japonés de Barcelona que no conocíamos. Lo que nos llevo hasta él, fue que nos pirra la comida japonesa, pero también su variedad de menús, su extensa carta, que no creo yo que ningún japonés haya visto en su vida. Es una autentica orgía de comida con 17 entrantes, 5 clases de pinchos, 6 platos de parrilla, 4 aderezos para arroz fideo, 8 platos a la plancha o tempanyaki, 6 de pescado crudo o shashimi, 4 de pescado crudo con arroz o sushi, 8 makis o rollito de arroz, y los platos nuevos que son un total de 14. Súmale a eso que los precios son muy atractivos ya que hay un abanico de precios entre 10, 20 hasta 50 euros, dependiendo del apetito del comensal. El local tampoco esta mal, es un sitio amplio, aunque con un aire acondicionado pésimo, con dueños japoneses, pero camareros chinos camuflados, disfrazados de japoneses y con una mala leche que te pasas. Se caracterizan por tener unos malos humos, una rapidez en el servir, y una rapidez en echarte que escandaliza hasta al más pasota, realmente me ofendieron, y debo decir que no estuvimos nada a gusto. Sabéis lo que es que te arranquen el menú de las manos, se lleven los platos cuando todavía estas con el último bocado entre carrillo y carrillo…no hombre, no…de eso nada monada…

Puedo entender que en muchas culturas la sobremesa o el comer a un ritmo pausado no es habitual, ni siquiera esta bien visto, pero señores…era un viernes por la noche, queríamos relajarnos, reírnos, charlar y de repente no podíamos porque estábamos ocupadas defendiendo nuestro plato como perritos.

En fin, inadmisible el tema, y si algún día volvemos, que ya lo dudo, será por lo atrayente de sus platos y precio, pero por el servicio no, o al menos procurare no sentarme en la zona donde sirve la china disfraza de japonesa con mala leche, que te he calao…bacalao.

Restaurante Japonés, GINZA, Provença, 205 en Barcelona