SANT JORDI

Es uno de los días mas bellos del año, me encanta la fiesta y celebrala en pareja, con lo cual ya te aseguras una rosa, o sola. Me gusta pasear entre las paraditas de libros y rosas, y observar. Me hace feliz que un día al año este dedicado a la exaltación del amor y la cultura, me llena el corazón y el espíritu, y los rayos de sol que prácticamente cada año están presentes me alegran los sentidos también.

Recuerdo de niña que este día estaba dedicado especialmente a los "jocs florals", y todo el colegio se trasladaba con nuestras mejores galas al teatro, donde se repartían los premios a la mejor poesía, relato, dibujo y a todas las mal llamadas artes secundarias, me encantaba por todo y también por el desfile de nuestros mejores vestidos, los niños con americana y corbata, y las niñas enseñando mas pierna que de costumbre y con algo de tacón, era nuestra alfombra roja particular.

En un día como hoy también, un año, ya hace diez, un compañero de clase murió en un accidente de trafico, justo estaba celebrando su 18º cumpleaños, solo los pudo retener con el un par de horas, ese fue su fin. Así que mi alegría de esta jornada, también se torna recuerdo triste, pero mientras recuerde nunca se ira del todo.

Bien, no quiero ponerme triste, así que os voy a confesar a que me he dedicado este mediodía. He hecho un estudio de campo, nunca mejor dicho con tanta rosa…pues he observado a los niños, chicos, hombres, padres, abuelos, amantes, novios y maridos y su forma peculiar de llevar la rosa y he podido catalogar varios tipos aunque alguno era incatalogable ya de por si, ahí van:

- Barrendero o buscador de metales: este individuo es el que me lleva la rosa cabeza abajo y el tallo se le dobla y la flor se abre como una escoba, incluso algunos parece que lleven un buscador de metales de esos que se usan en la playa, y en ocasiones parece que la vayan a usar de bastón.
- El pescador: este es el que lleva la rosa hacia arriba pero arqueada, como si estuviera tirando la caña.
- El corredor olímpico: este siempre va con prisas y coloca la flor a distancia del cuerpo, elevada tal y como si fuera una antorcha y tuviera miedo que se apagara o le chamuscara el flequillo.
- El pasota: este ser descuidado y poco detallista, y cumpliendo solo porque la fiesta obliga, lleva la flor debajo el brazo o en la misma mano en la que espachurra la asa del maletín.
- El despistado: este machito intenta disimular que la rosa vaya con el, como si se la hubieran regalado en la panadería o viniera con el periódico, así como si no le importara nada, pero en el fondo es el que llora cuando le regalan el libro.

Pues ahí estaba yo, con mis croissants de chocolate del local de Paul, sentada en un escaloncito de La Caixa, en c/ Valencia con Bruc, justo en frente de la archi conocida floristeria "Fills de C. Navarro", y no me he podido reír más. El año que viene, intentare estudiar el número de rosas que lleva cada hombre y adivinar para quien son, creo que descubriré muchas cosas interesantes que contaros.