LA BIBLIA DE BARRO
La joven arqueóloga Clara Tannenberg, nieta del todopoderso y tenebroso Alfred Tannenberg, anuncia en una conferencia el descubrimiento de unos restos arqueológicos que pueden cambiar la historia tal y como está escrita, solicitando fondos para una excavación internacional que confirmen su hipótesis: la existencia del relato de la Creación legado por el patriarca Abraham, un coprotagonista que la autora resuelve sin pena ni gloria copiando cuatro frases del Génesis.
Con esta línea principal aparecen multitud de personajes y vidas que se cruzan por diferentes motivos. Un sacerdote al que le han confesado la realización de un crimen, unos amigos deseosos de llevar a cabo una terrible venganza, tramas secretas de contrabando de arte, militares corruptos, asesinos a sueldo. En fin una amalgama de personajes estereotipados, nombres y lugares que al final ya no sabes quien es quien ni de donde sale, ni en que bando esta y cual es su objetivo.
Ha sido un latazo y mira que para que yo suspenda un libro, tiene que ser horroroso, no había leído nunca un libro a un ritmo tan lento, no me ha hecho trabajar la imaginación ni por un momento. La historia en sí no hace más que dar vueltas y vueltas a lo mismo poniendo cada vez más dificultades, para luego saltárselas sin dar explicaciones y así resolverse, como si la autora hubiera llegado a un punto en que no sabiendo ya de tanto que lo ha liado como finalizar, secretos, intrigas, tramas negras al final para nada, para resolverlo todo a la desesperada y con capítulos tan duros y horrendos de leer que todavía tengo el estomago revuelto, y es que si es bien cierto que lo que narra ocurrió, no debería ser licito usarlo como trama en una novela sin ton ni son, a la desesperada para sumar mas sangre, violencia, muerte y casquería en general.
En definitiva, demasiados tejemanejes, asesinatos, traiciones y cosas por el estilo, yo esperaba más arqueología, aventuras y acción, así que ha sido una total pérdida de tiempo, y es por el extraño hecho que no puedo dejar un libro a medias, luego me pasa lo que me pasa...
Con esta línea principal aparecen multitud de personajes y vidas que se cruzan por diferentes motivos. Un sacerdote al que le han confesado la realización de un crimen, unos amigos deseosos de llevar a cabo una terrible venganza, tramas secretas de contrabando de arte, militares corruptos, asesinos a sueldo. En fin una amalgama de personajes estereotipados, nombres y lugares que al final ya no sabes quien es quien ni de donde sale, ni en que bando esta y cual es su objetivo.
Ha sido un latazo y mira que para que yo suspenda un libro, tiene que ser horroroso, no había leído nunca un libro a un ritmo tan lento, no me ha hecho trabajar la imaginación ni por un momento. La historia en sí no hace más que dar vueltas y vueltas a lo mismo poniendo cada vez más dificultades, para luego saltárselas sin dar explicaciones y así resolverse, como si la autora hubiera llegado a un punto en que no sabiendo ya de tanto que lo ha liado como finalizar, secretos, intrigas, tramas negras al final para nada, para resolverlo todo a la desesperada y con capítulos tan duros y horrendos de leer que todavía tengo el estomago revuelto, y es que si es bien cierto que lo que narra ocurrió, no debería ser licito usarlo como trama en una novela sin ton ni son, a la desesperada para sumar mas sangre, violencia, muerte y casquería en general.
En definitiva, demasiados tejemanejes, asesinatos, traiciones y cosas por el estilo, yo esperaba más arqueología, aventuras y acción, así que ha sido una total pérdida de tiempo, y es por el extraño hecho que no puedo dejar un libro a medias, luego me pasa lo que me pasa...
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