LA VUELTA AL COLE...¡SOS!
Me confieso una enamorada de la ciudad de Barcelona, pero sobretodo en agosto, cuando no hay ni cristo por las calles, no hay colas, todo esta cerrado, en definitiva no hay gente, y ya avanzo que en el futuro lo mas chic será quedarse en las ciudades en agosto. Pero la felicidad ha durado poco, y que queréis que os diga…tengo miedo, lo reconozco, bueno…miedo no, terror. Y es que se acerca la fecha sin que yo pueda hacer nada para evitarlo y no se donde esconderme y es que…pronto será la vuelta al cole. Bueno, mejor dicho, la vuelta a la invasión infantil de las calles con sus gritos, peleas, entradas y salidas masivas del cole y lo peor de lo peor…esas madres que llevan hasta la puerta de los centros a sus niñitos con el coche provocando accidentes y colas monstruosas que atascan la ciudad. Y digo yo, no les podía haber abducido su lugar de vacaciones y haberse quedado allí donde veranearan para siempre jamás, y es que no se si podré soportarlo un año mas. Incluso me han dicho que el regreso les puede producir estrés, ¿y a mi que me va a producir?, es tanto el estado de exaltación que pueden pillar rabietas, lloros y vómitos, espero no ser espectadora nunca de una visión tan horrible. Y es que ahora resulta que las prisas y la rutina diaria les provoca angustia, ¿y a mi que creéis que me provoca?. Así que propongo desde aquí movilizar todas las escuelas a la montaña, la mas alta, la mas lejana, la mas pelada y muy, muy a las afueras de la ciudad que encontremos, mas que nada para que nuestros pequeños angelitos resten mas en contacto con la naturaleza y menos conmigo, todo sea dicho de paso.
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