DEJADME ENVEJECER
Los que desean auto convencerse a medias de que para ellos la edad solo es un estado de animo, y que la edad es relativa, ya que envejece el cuerpo pero no nuestra predisposición a vivir la vida como una persona mayor, quizás tengan una vida mas apacible que los que se pasan la vida luchando contra el paso del tiempo a base de bisturís y otros horrores contra natura. Pero por mucho que nos engañemos el cuerpo humano empieza a envejecer desde que nacemos, y todo es demostrable porque el proceso biomolecular es estudiadle y en cuanto algo es mesurable, estudiable y experimentable, se puede intervenir para pararlo o modificarlo. Y ahí es donde aparece una amiga mía y me recomienda un producto, Gerovital h3, el milagro antienvejecimiento de la Dra Aslan, que retarda la aparición de las arrugas gracias a diversos tratamientos cosméticos, para ser mas exactos, entre otras cosas, lo que hace es aumentar la irrigación de los diminutos vasos sanguíneos y eso que queréis que os diga, me da palo. Dejando a parte que el producto es básicamente pepino y anestésico, paso de vivir como una eterna adolescente donde el presente parece ser eterno sin un futuro para construir. Me aburre pensar que no debo recordar el pasado porque eso hace de mayor, ni disfrutar del presente como algo efímero porque me empeño en hacerlo eterno, y no trabajar para mejorar mi futuro en todos los aspectos, no soporto la idea de no crecer, ni evolucionar nunca en nada. La rebeldía tiene su etapa, es sana mientras dura lo que tiene que durar, ya más se convierte en un quiste peligroso de extirpar que causa muchas decepciones y encontronazos amargos en la vida. Y es que hemos creado una sociedad donde los adolescentes se crean, se crean por todas partes…dentistas que te dejan una sonrisa de eterno adolescente, cirujanos plásticos que te eliminan las arrugas y te dejan el cutis como el culito de un bebe, el entrenador que te esculpe los músculos, y la diseñadora que esta temporada ha decidido que todos enseñemos mas de lo deseable en ciertas edades. Y es que no nos cansamos de ver en televisión, revistas y demás que la eterna adolescencia es la quinta esencia de la felicidad, y producimos ejemplos adolescentes en serie, cantantes, modelos, actores…y por analogía la madre termina pareciéndose a la hija, salen juntas de marcha, la abuela podría ser tu hermana, y el padre se liga a tu amiga. Porque no dejamos de competir con los adolescentes des del vestir, hasta el pensar, como el actuar, dejemos tranquila esa etapa en nuestras vidas y disfrutemos del ahora. Que queremos morir sin achaques, sin enfermedades, sin sufrimiento…bien, eso esta bien. Pero por favor, dejadme ser la cuarentona que deseo llegar a ser, dejadme ser la abuelita adorable que deseo ser, no me obliguéis a irme al cementerio como si fuera la mas joven del lugar. Por favor, dejadme envejecer con dignidad.
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Besos,
Anna