ALBARAKAH


Una catalana, Luisa, y un jordano, John, matrimonio, decidieron un día unir sus conocimientos gastronomicos y crear un restaurante con cocina árabe y griega, cuyo nombre se debe a una palabra árabe que significa bendición.

Algo de su menú:

Ensalada Albarakah (crema de yogur, pepinos y nueces)
Fatuos (ensalda verde acompañada de pan tostado y especias)
Falafel (croquetas vegetales)
Mutaleb (puré de berenjena asada)
Ensalada Raheb (Berenjena asada, tomate, pimiento verde, rojo y cebolla)
Foul (puré de habas con humus)
Mouhamara (Pimiento rojo escalibado con nueces y aroma de ajo)
Surtido de Arais (Carne, orégano y feta)
Tabuleh (Sémola, perejil, tomate, limón y aceite de oliva)
Kubeh Nieh (Carne de cordero cruda con sémola)
Humus con carne
Cous cous con carne (Sémola de trigo, zanahoria, nabo, calabacín y carne)
Cous cous Vegetal
Exótico Vegetal (Espinacas, queso feta y hojaldre)

Los productos son de primera calidad, y hay infinidad de platos para los más clásicos y los más osados. La carta de vinos no es extensa pero si variada con vinos de La Rioja, Griegos, y Jordanos o Turcos. Y lo más de lo más, los pastelitos de frutos secos típicos jordanos, como me recordó mi viaje por el Reino Hashemi. Así pues por 20.00 euros por cabeza, tienes mucha variedad de platos, postres, cafés y bebidas, algo cada vez menos habitual en esta ciudad.

A destacar: los viernes y sábados por la noche una bailarina ameniza la cena con danza del vientre, una chica muy profesional que baila genial, os lo digo yo que algo de esto se…y será por eso que acabe bailando junto a ella.

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