LA SONRISA ETIOPE
Cual puede ser el colmo de los colmos cuando sabes que en dos horas vas a ver a Pepe Rubianes, pues que hayas salido del dentista con una nueva endodoncia y no te puedas reír a gusto. Y así me paso, yo iba con mi media boca paralizada y dolorida, con Amparo y Jesús, a ver a este gallego afincado en Cataluña desde la infancia, especializado en mimo, imitaciones y monólogos. Ir a ver a Rubianes es garantía de que vas a ver la ironía en estado puro, junto a su sentido del humor acido y su incontenible verborrea salpicada constantemente de tacos te hará reír y enrojecer a la par. En esta obra en concreto recopila sus vivencias africanas y combina los monólogos propios con las coreografías de cinco bailarinas de Adis Abeba. Es su personal homenaje a África y una invitación para que la gente vaya a conocer Etiopia. Salimos con un regusto amargo porque algunos de los monólogos fueron repetidos de sus antiguas obras, la broma que Maria (la realizadora) ha cortado con su novio…Rubianes…ya cansa...