AL BUEN TIEMPO...BUENA PROTECCION
¿LLEVAS GAFAS DE SOL?
Diagnostico: Procura tener siempre un par de gafas, unas en la guantera del coche y otras en el bolso. Ir sin gafas de sol por la calle o en el coche te obliga a guiñar los ojos y hace que te salgan las famosas “patas de gallo”.
Remedio: cuando vayas a elegir unas gafas de sol, procura que sean de calidad y que cubran todo el ojo. Cuanto más grandes sean, mas zona de la cara protegerán de los rayos UVA y UVB. Usa a diario una crema hidratante con factor de protección solar o una crema con antioxidantes para combatir la acción de los radicales libres.
EL SOL
Nuevos estudios equiparan la obsesión por el moreno a la adicción a ciertas sustancias como las drogas o el alcohol. Y a tal nivel que, quienes la sufren, siguen buscando cualquier rayito o enchufando su lámpara UVA aunque el dermatólogo se lo haya contraindicado expresamente. Y es que, además del asunto meramente estético, el sol puede cumplir otra función similar a la de algunas drogas. La comunidad científica opina que la exposición a los rayos ultravioletas estimula la liberación de ciertas sustancias químicas en la sangre y que vienen a ser las culpables de “levantar” el espíritu: las codiciadas endorfinas. Por eso, al tomar el sol no solos estamos procurándonos un buen bronceado. También perseguimos sentirnos bien. Algo nada reprochable mientras no acabemos haciéndonos daño, cosa bastante probable si la sesiones son largas y, sobre todo, ininterrumpidas.
Diagnostico: Procura tener siempre un par de gafas, unas en la guantera del coche y otras en el bolso. Ir sin gafas de sol por la calle o en el coche te obliga a guiñar los ojos y hace que te salgan las famosas “patas de gallo”.
Remedio: cuando vayas a elegir unas gafas de sol, procura que sean de calidad y que cubran todo el ojo. Cuanto más grandes sean, mas zona de la cara protegerán de los rayos UVA y UVB. Usa a diario una crema hidratante con factor de protección solar o una crema con antioxidantes para combatir la acción de los radicales libres.
EL SOL
Nuevos estudios equiparan la obsesión por el moreno a la adicción a ciertas sustancias como las drogas o el alcohol. Y a tal nivel que, quienes la sufren, siguen buscando cualquier rayito o enchufando su lámpara UVA aunque el dermatólogo se lo haya contraindicado expresamente. Y es que, además del asunto meramente estético, el sol puede cumplir otra función similar a la de algunas drogas. La comunidad científica opina que la exposición a los rayos ultravioletas estimula la liberación de ciertas sustancias químicas en la sangre y que vienen a ser las culpables de “levantar” el espíritu: las codiciadas endorfinas. Por eso, al tomar el sol no solos estamos procurándonos un buen bronceado. También perseguimos sentirnos bien. Algo nada reprochable mientras no acabemos haciéndonos daño, cosa bastante probable si la sesiones son largas y, sobre todo, ininterrumpidas.
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