Las joyas son joyas, y los zapatos son zapatos, aunque estos últimos mucho mejor si son atractivos y ensalzan la figura de la mujer, yo a eso no me niego, y ya sabemos que son un objeto fetiche para muchos y muchas. Tampoco estoy reñida con los ricos ornamentos que esta temporada se han puesto de moda. Eso si, se me ponen los pelos como escarpias al ver esos taconazos que se han empeñado en que nos pongamos, esas plataformas con agujas imposibles que van de los 6 a los 12 cm., como si tal cosa. Que si, que si, que estoy de acuerdo en que cada vez los zapatos son mas originales, vanguardistas, y que incluso son una catarsis para sacarnos de la apatía y la rutina. Pero claro, yo no me paso el día en un besamanos, o no me espera una alfombra roja de mi casa al trabajo. Así pues, que me he hecho de la liga anti-stiletto, y adoro mi botín casi plano, el zapato sensato, funcional, y que te ayuda a tener los pies en el suelo, y un tobillo sano. Y los zapatos casi imposibles que se queden en la vitrina del museo-escaparate, y para muestra un … tacón.
Comentarios
si vives en mis recuerdos
a solo un paso, en mi.
Pasas por mi lado, pero aun así
no sabes que te visito
Miras tus botines en mi vereda mojada
y no ves mi reflejo
aunque llueva en Barcelona
aunque llueva en mi.